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La vegetación autóctona

La Sierra Minera de Cartagena-La Unión alberga más riqueza vegetal de la que uno puede imaginar a primera vista.

Posee un altísimo número de especies endémicas, y no sólo del Sureste ibérico, sino de las propias sierras costeras, donde se incluye la presencia de muchos iberoafricanismos, resultado de la antigua unión del continente con el Norte de África.

Así, muchas labiadas y plantas de matorrales costeros, se mezclan con interesantes formaciones vegetales proporcionándonos una riqueza florística única que entre todos debemos valorar y conservar, por su valor excepcional en Europa, y por ser muchas de ellas especies amanezadas y en riesgo de desaparición. Algunas de las más destacadas son las siguientes:

Tetraclinis articulata (Sabina Mora)

La sabina mora [Tetraclinis articulata) es un árbol de la familia de las Cupresáceas (enebros y cipreses). Se le conoce por diferentes nombres: Araar en árabe, aquí Sabina mora o Ciprés de Cartagena. Su crecimiento es bastante lento: en los primeros años es cuando más crece, alcanzando una media de 20 cm. por año. Posteriormente necesita unos 60 años para alcanzar su máxima altura. Una vez desarrollado, el árbol adopta una forma piramidal, cónica u ovalada, sostenido por un tronco por lo general recto; en muchas ocasiones presenta varios troncos, debido a la facilidad con que rebrota de cepa (es decir, que rebrota aún cuando se tala dejando sólo la base del tronco). Por lo general alcanza poca altura, unos 6 ó 7 metros de media. También es frecuente encontrarlo poco desarrollado adoptando formas achaparradas en lugares fuertemente azotados por el viento.

Tanto el término latino Tetraclinis como el antiguo Cuadrivalvis aluden a que el fruto del araar está formado por cuatro escamas o valvas; articulata hace referencia a las ramillas, que aparecen como articuladas. Tiene un gran interés botánico. Es la única especie de la subfamilia Callitrideae que hay en el Hemisferio Norte y viene a ser un auténtico «fósil viviente», con interesantes implicaciones biogeográficas. Sus más próximos parientes actuales se hallan en África del Sur; otras especies emparentadas repartidas por Australia, Nueva Caledonia y Tasmania.

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La sabina mora  es poco exigente en cuanto a suelos, aunque parece preferir los calcáreos y a veces se desarrolla entre fisuras de rocas.

La orientación juega también un papel importante en el desarrollo de las poblaciones naturales de Tetraclinis articulata, conífera que prospera más en las solanas que en las umbrías, quizá por competencia con el pino carrasco, que suele mantener masas boscosas bastante densas en las umbrías.

Brota abundantemente de cepa y es bastante resistente a todos los agentes de destrucción (incendios, tala, pastoreo). Su madera es especialmente dura e imputrescible, lo que la convierte en ideal para trabajos de ebanistería. Por ello ha sido utilizada a lo largo de la historia para la obtención de madera (viviendas, mobiliario, minas, carbón vegetal, etc.). Y también por sus propiedades medicinales: los árabes utilizaban su resina (Sandáraca) contra las diarreas y hemorroides, en la elaboración de cementos dentales y en algunos emplastos, así como para la elaboración de barnices.

El Tetraclinis articulata es uno de los pocos representantes de una vegetación llamada iberoafricana; introducida en la Península Ibérica por los árabes (según unos) o existente con anterioridad (según otros), lo cierto es que esta especie ha formado parte durante siglos de nuestro patrimonio cultural y botánico, y actualmente está en vías de extinción en Europa: según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (U.I.C.N.), los últimos estudios catalogan a la especie como en peligro, siendo la creciente presión urbanística en todo el litoral mediterráneo la principal amenaza para su crecimiento y expansión. En la región de Murcia es una especie estrictamente protegida. Asimismo es nombrada en la Directiva de Hábitats como especie de interés comunitario.  Por ello, se ha desarrollado el Proyecto Life “Conservación del Hábitat 9570*, Bosques de Tetraclinis articulata en el Continente Europeo”, en el que participa la Fundación Sierra Minera y el Parque Ambiental de Huerto Pío.

Cistus heterophyllus subsp. Carthaginensis

Jara originaria de las costas marroquíes y argelinas, que presenta sus únicas poblaciones europeas en la Sierra Minera. Posee pétalos «arrugados», como los de las amapolas, de color rosa, y multitud de estambres amarillos. Este «iberoafricanismo» fue citado a principios de siglo, y se creyó extinguido durante mucho tiempo, hasta su descubrimiento, hace pocos años, en la Sierra Minera. Está entre las plantas más escasas y amenazadas de España.

Teucrium carthaginense

Especie de la familia de las labiadas (como los tomillos, el romero, las lavandas y otras especies aromáticas), que aparece solamente en los montes litorales entre Cartagena – Cabo de Palos, donde convive con otras especies en matorrales costeros. Es común localmente, en zonas como las de Sancti-Spiritu o Portmán.

Periploca angustifolia

Típico iberoafricanismo del litoral de Murcia y Almería, caracterizado por sus frutos con forma de cuerno que le dan su nombre popular. Forma parte de los matorrales próximos al mar sin heladas en invierno, junto con otras especies características como el palmito y el arto.

Limonium carthaginense

Pertenece a un grupo de plantas con gran número de especies muy similares entre sí, que suelen estar especializadas en la acumulación de sales. Pero esta especie en concreto, que se encuentra solamente entre Cartagena y Cabo de Palos, parece haberse adaptado a los suelos ricos en metales pesados, muy frecuentes en la Sierra Minera.

Sideritis marminorensis

Planta típica de nuestros tomillares y campos, muy utilizada tradicionalmente por sus propiedades medicinales, convive con otras plantas en matorrales , a veces en suelos pobres. Se distribuye tan sólo por las Sierras de Cartagena.

Helechos y musgos

Estas son plantas que pasan desapercibidas por no ser muy llamativas y por vivir en grietas escondidas en la mayoría de los casos. Es lógico, ya que deben guarecerse del excesivo calor y guardar el máximo de humedad en estas sierras, bastante secas pero con un aporte extra e invisible de agua: las abundantes nieblas litorales. Muchas son plantas propias de otras regiones más húmedas, que sólo se conocen en Murcia en La Sierra Minera. Helechos como Annogramma leptophylla o Pteridium aquilinum, y musgos como Dydimodon o Fossombronia, habitan solamente en grietas y rellanos del Sancti-Spiritu.

La Fundación Sierra Minera es una entidad sin ánimo de lucro que aglutina al tejido asociativo y trabaja por el desarrollo de la Sierra Minera de Cartagena-La Unión.