San Gil es un barrio urbano situado en el municipio de La Unión, en el cual se concentran las situaciones más graves de pobreza y exclusión de la comarca. Por ello ha sido desde los primeros pasos de la Fundación un lugar de actuación prioritario.
El Barrio de San Gil, se construyó a principios de los años 80, en respuesta a un programa de realojamiento de familias desfavorecidas, con la construcción de 152 viviendas Sociales, agrupadas en 14 bloques de pisos.
En un principio convivían en el barrio familias con una renta económica baja, familias de etnia gitana, de las cuales algunas procedían de viviendas prefabricadas y chabolas.
Desde estos mismos comienzos y hasta el día de hoy la convivencia entre los habitantes del barrio ha sido difícil, debido a la diferencia cultural y de hábitos de los distintos grupos sociales que lo componen.
En cuanto al espacio físico, el equipamiento con que se dotaron en un principio las zonas comunitarias sufrió un grave proceso de deterioro y abandono, lo que dio lugar a graves problemas de salubridad. Ante estas situaciones, ha habido un progresivo abandono de la población inicial, y aquellas familias con más posibilidades han ido trasladando su domicilio a otros puntos del municipio.
En el año 2005, el Instituto de la Vivienda y Suelo de la Región de Murcia comenzó a desarrollar un plan de rehabilitación y realojo del barrio, mediante el que se derribaron tres de los bloques que lo conformaban y se rehabilitaron las viviendas del cuarto bloque, quedando concluidas a finales de 2008 las obras y asignadas las viviendas a los inquilinos.
En febrero de 2007 se inauguró el local social del barrio, en dos viviendas cedidas por el Instituto de la Vivienda a la Fundación Sierra Minera, que fueron rehabilitadas en un proceso de varios años, a través de los cursos de mantenimiento de edificios del Proyecto Labor que la Fundación fue realizando con jóvenes del barrio.
En diciembre de 2007 dieron comienzo las obras de rehabilitación de uno de los bloques, quedando concluidas a finales de 2008 y asignadas las viviendas a los primeros inquilinos.
Actualmente, el barrio está conformado por 59 viviendas, 93 viviendas menos que al principio de su construcción; con una población estimada de 186 habitantes. La población que queda actualmente en el barrio es aquella que tiene mayores dificultades de inserción socioeconómica.
Situación del barrio
A modo de resumen, las carencias y dificultades que viven las personas del barrio son:
- Desempleo
- Falta de cualificación profesional y de hábitos laborales.
- Analfabetismo funcional y absoluto.
- Hábitos higiénico-sanitarios deficitarios.
- Carencias económicas – dependencia de servicios sociales.
- Discriminación histórica y desvertebración de los patrones culturales históricos positivos.
Pero la población del barrio también cuenta con fortalezas y potencialidades:
- Capacidad creativa en particular del grupo de mujeres.
- Capacidad de implicación y protagonismo en su transformación social.
- Existencia de un grupo de mujeres con energía y con ganas de cambio.
- Capacidad de trabajo y entusiasmo.
- Encontramos en el barrio la semilla de una comunidad fuerte, ya que todos se conocen y pueden unirse y tener fuerza por un fin común, limando algunas diferencias e ideas limitantes que merman esta capacidad.